Módulo I de Literatura Venezolana I

7 Feb

HISPANOAMÉRICA
Hispanoamérica, América hispana oAmérica española es una región cultural integrada por los estados americanos dehabla hispana. Su gentilicio es «hispanoamericano».
Se trata de un territorio integradopor 19 países que suman una población total de 375 millones de habitantes. Entodos ellos el español es el idioma oficial o cooficial, sin perjuicio de laexistencia de comunidades, principalmente indígenas, que hablan su lengua propia,a veces de manera exclusiva.
Algunos otros idiomas hablados enHispanoamérica son el guaraní, aymara, quechua, náhuatl, maya, wayúu y elmapudungún.
El término debe distinguirse deAmérica Latina, que incluye a las naciones de habla española, portuguesa yfrancesa, que son lenguas romances, y de Iberoamérica, que incluye a lasnaciones americanas que se independizaron de España y Portugal, o seaHispanoamérica más Brasil.
Según el Diccionario panhispánico de dudas,Hispanoamérica es «el conjunto de países americanos de lengua española. […]Su gentilicio, “hispanoamericano”, se refiere estrictamente a lo pertenecienteo relativo a la América española y no incluye, por tanto, lo perteneciente orelativo a España».
Sobre el caso particular de Puerto Rico existendiferencias de criterio, porque mientras algunos no lo incluyen en la región,debido a que integra Estados Unidos, un país de habla inglesa, otros consideranque su condición de estado libre asociado es asimilable a la noción de «país».
LAUNIDAD DE LOS PUEBLOS DE HISPANOAMÉRICA
Estudiando nuestra rica y hermosahistoria, he comprobado siempre y he creído en una América de habla hispanaunida en elementos culturales, geopolíticos y religiosos. Partiendo de la basede los siguientes puntos.
La unidad cultural por herencia de loselementos visigodos y árabes presentes en la cultura de nuestra madre patria,en varios de mis viajes he comprobado que esta herencia está presente en todoslos ámbitos de nuestra cultura, caminando por las zonas coloniales y observandosu arquitectura varias veces he pensado que estaba en Marruecos y no enBolivia, Perú o nuestra amada Argentina, muchos nacionalistas a veces entramosen peleas estúpidas y sin sentido entre hermanos, por ejemplo que argentinosvean como sus enemigos a los chilenos, o que bolivianos vean como enemigos aperuanos y otras tantas peleas similares, así como también dentro delpensamiento nacional hay mucho fanatismo católico, pero no veo a las diversasformas espirituales como una barrera, si no que siempre he creído en la unidad metafísicade las formas espirituales (obviamente no las satánicas).
La herencia de las 3 civilizacionestradicionales como lo son los Mayas, Aztecas e Incas, cuya organización era la típicade todo pueblo Solar y tradicional, Jerárquico pero socialmente equitativo,siendo los valores del intelecto y espirituales los que rigen a la sociedad yno el valor del Dios Oro, o Dios Dólar.
Muchas veces se nos ha enseñado adespreciar a nuestra madre patria haciéndola culpable de grandes matanzas, puesno se trata de ciego romanticismo hacia la herencia española puesto que si hansido culpables y hasta fue una catástrofe para nuestra cultura la destrucciónde las civilizaciones tradicionales, por una monarquía pseudojudia ymaterialista como los Habsburgo.
Partiendo de esta unidad cultural, yde la herencia étnica común desde tierra del fuego hasta el Aztlán, es decirsiempre presente el elemento hispano en la sangre, y la herencia indígena delas 3 civilizaciones tradicionales de América.
El elemento religioso en nuestra Américaes mayoritariamente Católico, pero siempre las comunidades Islámicas han sidomuy importantes en todos los países, así como se observa en la arquitecturacolonial española (casualmente llegada a España y el Nuevo Mundo por losmusulmanes).
Aprendiendo también de otras doctrinasnacionales (panturquismo, paniranismo) se debe llegar a un frente de unidad de defensade la tradición y la religión como valores primordiales, así como también unapostura de Nacionalismo Económico y Cultural de cada nación de Hispano-América,para una restauración y la restitución de nuestros territorios robados pornuestros enemigos anglosajones, desde ya materialistas en inmorales.
Por eso como una vez dijo el GeneralUnidos o Dominados, como nunca estuvimos unidos apareció el elemento marxista acrear guerrillas y el capitalismo inmundo que pone precio al ser humano.
Hace falta recordar que la lucha poruna buena causa siempre hay que luchar, el movimiento cristero mexicano tieneun lema, por Dios, por la Patria y por la Familia, recuperemos nuestra libertadfinanciera y espiritual, recuperemos nuestros valores ya perdidos.
Siempre es lícito recordar el martiriodel Imán Hussein y la gesta heroica de los héroes de la vuelta de Obligado.
Me preguntaran que tiene que ver el ImánHussein con la vuelta de Obligado, hay ejemplos que siempre son dignos delrecuerdo, y demuestran la valentía y rectitud de grandes héroes para luchar porla buena causa.
El tema de la unidad lingüísticahispanoamericana ha sido motivo de múltiples consideraciones que van desde laspreocupadas observaciones de Bello, las pesimistas profecías de Cuervo, lasdelirantes proposiciones de los “idiomas nacionales” – una prueba fehaciente dela intromisión de los poderes coloniales en los ámbitos lingüísticos yculturales en general – las prédicas moderadas o no de estudiosos y pensadorescomo Unamuno o Menéndez Pidal, hasta  esaespecie de “estado del arte” que se hizo en 1963 en Madrid, en la Asamblea deFilología del Primer Congreso de Instituciones Hispánicas. En sus Actas, muybien tituladas Presente y Futuro de la Lengua Española, se recoge  el sentir unánime de los más prestigiososinvestigadores españoles e hispano-americanos, acerca de la irreversible unidadde nuestra lengua tanto en general como en nuestro ámbito continental, enparticular y los alcances de ese proceso, en especial cómo puede ser definido yabordado.
Casi 40 años después, parece queningún factor conspira contra la misma, por el contrario, se podrían enumeraralgunos que buscan profundizarla como son, por ejemplo, los señalados porMontes (1995):
– acrecentamiento de contactosinterpersonales a través de los cada vez más desarrollados medios decomunicación y de las múltiples posibilidades de reunión: académicas,políticas, económicas, deportivas, culturales y turísticas;
– esfuerzos evidentes hacia laintegración en sus varias facetas; como las diversas cumbres y la acción dealgunos organismos multilaterales;
– esfuerzos deliberados para manteneresa unidad, como por ejemplo, los realizados por las Academias.
A ellos agregamos otros que estimamosimportantes:
– las migraciones internas, es decir,los traslados entre regiones y entre países de la región – fundamentalmente porrazones económicas -, que han significado ampliar la base de contactos entrelos diversos pueblos hispanohablantes: se ha calculado que entre el 20 y el 40% de la población de cada nación está fuera de su país o es de otro paíshispanohablante;
– la profundización en el conocimientocientífico de nuestras variedades lo que ha significado la determinación de lasdiferencias existentes entre dialectos, con lo cual la base para los juicios ylas previsiones se ha podido precisar más.
– Los cambios políticos e ideológicosque se han sucedido en los últimos años así como los nuevos enfoques que se lehan dado a algunas disciplinas e investigaciones en el área.
– Por último, los múltiples argumentosque un foro de connotados investigadores recogiera recientemente y que fueranpublicadas en el ejemplar augural de esta misma revista electrónica.
Pareciera ocioso referirse nuevamenteal tema, pero entendemos que  podríareplantearse en una esfera diferente a la habitual, analizando algunos factoresque están vinculados con la problemática de la unidad lingüísticahispanoamericana en el marco, por una parte, de la lingüística aplicada a laenseñanza de la lengua, y por otra, de la planificación lingüística.
La unidad lingüística pasa, como nudofundamental, por los esfuerzos realizados en el campo de la enseñanza de lalengua materna, tema que ha preocupado a investigadores en todos los paíseshispanoamericanos en las últimas décadas y, especialmente, a partir de lautilización de los modelos teóricos de la lingüística aplicada. Se ha idoestableciendo una base metodológica que ha desarrollado aspectos fundamentalespara desterrar algunos usos pedagógicos que trababan, y traban, esos procesos.
En tal sentido, se han superadoalgunos mitos – en los términos que usó el investigador chileno Claudio Wagner.Se modificó así, el rol del modelo académico que pasó de su tradicional papelprescriptivo, al de orientación y coordinación, más vinculado con la realidaddemográfica y cultural. En este aspecto, la integración como Individuos deNúmero en las diversas Academias, de docentes e investigadores de nivel es unaspecto a destacar. Así tenemos en Venezuela los casos de la Dra. MaríaJosefina Tejera, lexicógrafa, del Prof. Luis Quiroga, lingüística aplicada, laProf. Minelia de Ledezma, investigadora del español de Venezuela y de laenseñanza de la lengua, José Adames, semantista y Josefina de Ovalles,investigadora en el campo de la lectura. No obstante, debe señalarse que reductos fuertemente conservadores,dentro y fuera de las Academias, todavía intentan mediatizar estos progresos.
Por otra parte, se han vencidoprejuicios eurocentristas que señalaban que en nuestros países se habla un “malespañol”, “una forma espúrea de la lengua cervantina”, para decirlo en términosde uno de los llamados por Rosenblat “académicos de látigo”: ya la ciencia dellenguaje ha probado que cada variedad es funcional a la comunidad que la usa yque no hay mejores ni peores, sino, en cada grupo, región o país, hablantes máso menos competentes.
Fundamentalmente,  se está suscitando un cambio en la filosofíade la enseñanza, propuesto por algunos autores, como Ángel Rosenblat quienescribía en 1964: «Yo pediría que los maestros y maestras de Venezuelaolvidaran toda su gramática […] y se dediquen a enseñar el idioma, adesarrollar el hábito de lectura correcta y animada, a leer mucho y conentusiasmo, a escribir bien, a hablar bien»,  y que Iraset Páez* en 1981, sintetizara:»…consideramos una pedagogía basada en la perspectiva del habla, en laque se busca propiciar el desarrollo del individuo hablante como usuarioefectivo de la lengua». Esto implica un enfoque comunicativo que daprioridad al desarrollo de la competencia comunicativa: más allá de lacompetencia lingüística y las que con ella se relacionan, se da prioridad a unacompetencia social, cultural, en fin, en términos de Kerbrat-Orecchioni, la“competencia enciclopédica”, esa reserva de información que, en el contexto, vamás allá de los enunciados y que enriquece, en forma insospechable, lainteracción comunicativa. En última instancia, repitiendo a Páez, “enseñar lalengua materna es enseñar a comunicar. Y enseñar a comunicar es enseñar aactuar lingüísticamente de manera satisfactoria para un colocutor y/o unespectador, en función de una meta y en adecuación a un contexto socialdeterminado”.
Este cambio profundo se complementa conla determinación de las variedades formales locales como objeto de la enseñanzade la lengua en cada país de América, y su correspondiente codificación. Comoexpresa Obregón** (1983) “El código formal se usa en las situaciones formales(orales y escritas) y posee características propias: es más elaborado,analítico y supradialectal. Su dominio da acceso al habla literaria ycientífica, y a nuevas relaciones y situaciones sociales.”(:51).  Podríamos preguntarnos si este criterio noimplicaría una fuerte presión disgregadora. Pensamos que no, por el contrario,la educación así concebida facilita la unidad que no significa, subrayamos,uniformidad. En efecto, como el mismo Obregón expresara “La adquisición de estecódigo enriquece notablemente el habla de los educandos, y permite eldesarrollo del conocimiento instrumental de la lengua materna ilimitadamente”(ídem). El conocimiento de la norma formal local, válida para algunos usos,valoriza la norma coloquial con que el niño llega a la escuela, norma válidapara otros usos, y al mejorar su autopercepción como usuario de esasvariedades, se identificará mejor con su grupo: el respeto a sus formaslingüísticas lleva implícito el reconocimiento y el respeto a otras variedades,y a las culturas con ellas asociadas, y esa ampliación del conocimiento sobretodo instrumental, facilitará la intercomprensión mutua, base fundamental de launidad: es decir que, el mejor conocimiento de la variedad formal y el respetoa la variedad coloquial, implícitos en un nuevo enfoque educativo, trae comoconsecuencia la posibilidad de una identificación, en primera instancia, conesa unidad supradialectal  que es lacomunidad hispanoamericana, y en segunda instancia, con la unidadsupradialectal mayor, que es la comunidad hispánica.
Sin embargo este proceso enfrentagraves dificultades y fuertes enemigos. Por una parte, las ya citadas fuerzasconservadoras que predican la sujeción a modelos peninsulares con el falsoargumento de la calidad del lenguaje y de la unidad de la lengua: la mismarealidad social y lingüística los ha desmentido. Por otra, la acción de lossectores dominantes: la enseñanza de la lengua es un problema crucial, que nosinteresa a todos, pero de diferente manera. Como señala Auerbach (1991) es unproblema ideológico, más aún, «La alfabetización, al igual que laeducación en general, es un acto político. No es neutro (…) Revelar larealidad social para transformarla, o disimularla para conservarla, son actospolíticos» (UNESCO, Coloquio de Persépolis, 1975 citado por Limage, 1990,p. 18).  A los detentores del poder, lesinteresa mediatizarla y conducirla dentro de los marcos del manejo del poder yde la información: un pueblo educado y con eficiente manejo de su competenciacomunicativa es un pueblo crítico, por ende, peligroso y que no garantiza elmantenimiento de su dominio; por ello, todos los planes y proyectos sondesarrollados en la dirección que les conviene, con el habitual gatopardismolampeduzziano de cambiar algo para que todo siga igual. A los que nos interesasinceramente el cambio basado en la educación, el único posible, la realidadnos obliga a trazar caminos urgentemente, caminos basados en la unidad y elrespeto a la identidad y la variedad. Como escribió Iraset Páez “Continuar conlos puntos de vista actuales [comunes a todas nuestras sociedades] sobre laenseñanza de la lengua nacional significa continuar con la inefectividad deesta enseñanza, el descenso del nivel educativo de nuestros bachilleres, laelitización de la cultura nacional, el disfuncionamiento democrático, elsubdesarrollo lingüístico”.
En Venezuela, como en el resto denuestro continente, hay una importante bibliografía y hemerografía en estadirección, como los ya citados trabajos de Rosenblat, Obregón y Páez y demuchos investigadores y docentes de diversos niveles que también se presentanen reuniones anuales, jornadas o simposios. Debe destacarse la labor desplegadapor Organizaciones No Gubernamentales como la Red Latinoamericana deAlfabetización – Capítulo Venezuela, el Banco del Libro y Fundalectura o porAsociaciones profesionales como ASOVELE. Pese a la imprescindible necesidad de cambiar sus currículos, no puedeomitirse la actividad formadora de recursos humanos en pregrado, posgrado yprofesionalización de los Institutos Pedagógicos y otras universidades, o delos Institutos y Centros de Investigación (como el Instituto de Filología de laUniversidad Central, el Centro de Investigaciones Lingüísticas y LiterariasAndrés Bello del Instituto Pedagógico de Caracas). El conjunto constituye unpanorama que, pese a la lentitud de los logros, puede abrir cuotas a unamoderada esperanza.
Señalábamos al principios que la otravertiente la constituye la acción planificadora, es decir, la transformacióndel mero hecho lingüístico, en un hecho político, de política lingüística, yaque el mantenimiento de esa unidad, o su consolidación, es evidentemente, unhecho de planificación lingüística nacional e internacional, en el que actúentodos los interesados.
La Planificación lingüística,disciplina de desarrollo relativamente reciente,  al principio fue definida   desde un punto de vista normativo como lasección de la lingüística dedicada a la elaboración de modelos (diccionario, ortografía, gramática) orientados aguiar  a los usuarios  dentro de «una comunidad de habla nohomogénea” y cuyo objetivo era «encontrarle solución  a un problema» vinculado con laestandarización de la lengua o sus variantes locales  y  suaplicación a los procesos educativos. Evaluaba el cambio lingüístico, dejando de lado conceptos exclusivamentelingüísticos (y/o estéticos) para asumir una visión más amplia ymultidisciplinaria. En la actualidad, en el plano nacional o regional, se ocupade la planificación de las consecuencias de los cambios lingüísticos, o de loscambios en la organización socio-educativa que se deben introducir o evaluarpara la solución de problemas originados por la inserción de una lengua en uncontexto social determinado.
Esta planificación de carácterregional o nacional, más que ocuparse de temas puntuales, tiene como objetivoslos procesos internos, como, por ejemplo, promover la integración de lasminorías. En primer lugar está la integración de nuestros pueblos indígenas:superada ya la visión pesimista acerca de la desaparición de sus lenguas, quedatodavía el largo y doloroso proceso de su marginación, explotación y genocidioimplícito. Debemos expresar que acuerdos como el de Estocolmo para las mayoríasguatemaltecas o las decisiones de la Cumbre de Santa Cruz, podrían mejorar esasituación, en caso de ser cumplidos. Es evidente que, en el marcoplanificatorio al que hacemos referencia, debe incluirse  una revisión delestatus de sus lenguas y de la  alfabetización,con o sin castellanización, consolidando procesos como el que está teniendolugar en Venezuela donde han sido reconocidas como lenguas oficiales en suszonas de influencia.
En segundo lugar se cuenta laintegración de otros grupos minoritarios, como los deficientes auditivos, cuyaprimera lengua es la lengua de sordos y, finalmente, las migraciones nohispanohablantes que, aunque han disminuido en función de la crisis económica,con otras características y con otras procedencias, todavía soncuantitativamente considerables. El respeto al multilingüismo policultural quecaracteriza a nuestra comunidad histórica, reforzará el papel de lengua decomunicación regional que, aunque con muchos errores, ha asumido el español.
Pero también, la realidad haconvertido al continente mestizo en un conjunto de países cuyos problemascomunes permiten, u obligan, una planificación internacional conjunta. Estasub-disciplina, la Planificación lingüística Internacional, se define como laacción mancomunada de dos o más países, en forma bi o multilateral o a travésde organismos internacionales, orientada a solventar problemas de comunicaciónentre sus pueblos y/o individuos, originados por migraciones (voluntarias uobligadas), turismo, negocios, estudios u otras. La Unión Europea nos brindaejemplos muy claros.
En esta dirección, debe atender dosprocesos integrativos. Uno es el de los países no hispanohablantes de laregión: Brasil y el Caribe no Hispánico. Brasil está viviendo un momentohistórico, tanto desde el punto de vista lingüístico y cultural como educativoque merece el apoyo de todos quienes hemos venido trabajando en la integraciónintercultural y multilingüistica. El Caribe No Hispánico, por su parte,constituye, como ha sido definido alguna vez, un conjunto de islotes quenavegan en un mar mediterráneo hispánico, fundamental en estrategia y economíapara ambas partes y que, por la herencia colonial se ha mantenido de espaldas,igual que lo estuvieron en épocas pretéritas de dominios europeos. En la mismaforma que vimos en el interior de nuestra comunidad, el español podríafuncionar, con notorias ventajas, como una lengua de comunicación, inclusodesetnizada como proponen algunos autores, no imponiéndose sino compartiendoroles en un marco de poblaciones multilingües similar al que, con tanto éxito,está desarrollando el Consejo de Europa, organismo cultural de la Comunidad.
El segundo aspecto se refiere a esanación hispanoamericana olvidada y que cuantitativamente y cualitativamenteestá pasando a ocupar lugares fundamentales. Nos referimos a la Hispanoaméricadel exilio, que por razones principalmente económicas pero también políticas,vive en países de otras lenguas. Más de 50 millones, en cantidad sólo superadospor México, desde profesionales a mano de obra no calificada, la mayoría en laedad de mayor productividad o de mayor potencialidad  se encuentran fuera de sus países, fuera delmundo hispánico. Es tarea prioritaria trabajar por el rescate del español comolengua materna en países de otras lenguas, por ejemplo, en Europa, Australia,Estados Unidos y otros con inmigración hispanoamericana. Esta labor de difusióny promoción en las zonas no hispanohablantes, no debe olvidar la realidadeconómica y demográfica continental que tiene no sólo sus reflejos lingüísticosdirectos, sino también indirectos: la baja tasa de lealtad lingüística delhispano promedio fuera de su medio es consecuencia de la explotación a la quees sometido y a la baja estima sobre su lengua y su cultura. Cambiar estasituación, implicaría un cambio global en nuestras políticas y en nuestraautopercepción continental, es decir, no en la individual de cada país ocomunidad, sino en nuestra identidad como nación hispanoamericana.
Desde nuestro punto de vista, enresumen, el tema de la unidad lingüística hispanoamericana debe centrarse enesas dos perspectivas: una, la de la lingüística aplicada a la enseñanza de lalengua materna, con una visión dinámica, moderna, comunicativa que realce lasvariedades formales locales como una forma de reforzar la identidad nacional yen ese marco de unidad pero no uniformidad, subraye la comunidad lingüística ycultural hispanoamericana en aquellos términos polémicos propuestosoriginalmente por Rona y apoyados o discutidos por diversos autores de “españolde América”, para destacar su diversidad o “español en América” para, comoseñala Montes (1995: 144) “relievar su definitiva originalidad americana”.
La otra, vinculada con laplanificación lingüística que atienda, en el mismo marco respetuoso de ladiversidad cultural y lingüística, a los diferentes procesos integrativos, nosólo los hablantes de otras lenguas en el contexto hispanoamericano, sino delos hispanoamericanos en otros contextos lingüísticos.
CULTURADE VENEZUELA
Cultura de Venezuela es una mezcla detres culturas distintas: la europea – en particular española-, la indígena y laafricana. La transculturación y asimilación condicionó para llegar a la culturavenezolana actual, similar en muchos aspectos al resto de América Latina, peroel medio natural hace que haya diferencias importantes. La influencia indígenase limita al vocabulario y la gastronomía. La influencia africana del mismo modo,además de la música como el tambor y hábitos culinarios, así como algunas palabras.La influencia española fue más importante y en particular de las regiones deAndalucía y Extremadura, de donde procedían la mayor parte de los colonos en lazona del Caribe de la época colonial. Ejemplos culturales de ellos, se pueden mencionarlas edificaciones, parte de la música, la religión católica y el idioma. Unainfluencia evidente española son las corridas de toros y parte de lagastronomía.
Venezuela también se enriqueció porotras corrientes culturales de origen antillano y europeo en el siglo XIX, en especialde procedencia francesa.
En etapa más reciente en las grandesciudades y las regiones petrolíferas irrumpieron manifestaciones culturales de origenestadounidense y de la nueva inmigración de origen español, italiano yportugués. Aumentando el ya complejo mosaico cultural. Así por ejemplo deEstados Unidos llega la influencia del gusto del deporte de béisbol, del cine,el arte y las construcciones arquitectónicas actuales.
LITERATURAEN VENEZUELA
La literatura en Venezuela se remontaa la literatura oral de los indígenas algunos de las cuales han sidoregistrados hoy en día. La literatura escrita comenzó a desarrollarse durantela época de la colonia, y los escritos de la época fueron dominados por lacultura y pensamiento de España. Las crónicas y varios estilos de poesía fueronlas principales manifestaciones literarias de los años 1700. Los años 1800 y laindependencia vieron el nacimiento de la literatura política, incluyendo laautobiografía de Francisco de Miranda. El romanticismo, primer género literariode importancia en Venezuela, se desarrolló a mediados de los años 1800, siendoPeonia, de Manuel
Romero García el mejor ejemplo. Luego de laindependencia, la literatura venezolana comenzó a diversificarse, pero apenascomenzó a evolucionar rápidamente en la época de Guzmán Blanco, entre 1870 y1888. El comienzo del Siglo XX vio el desarrollo de varios escritores,novelistas, ensayistas y poetas de importancia, como lo fueron Andrés EloyBlanco, Rómulo Gallegos, Luis Beltrán Prieto Figueroa Arturo Uslar Pietri,Miguel Otero Silva, Mariano Picón Salas, José Rafael Pocaterra, entre otros. Latradición literaria se estableció realmente en Venezuela a mediados del sigloXX.
Literatura indígena ycolonial
La primera manifestación literaria dela que se tiene conocimiento en nuestro país es la llamada literatura indígena,la cual ha sido conservada por la tradición. Esta manifestación aunada a laliteratura colonial, particularmente las reseñas pormenorizadas sobre laspeculiares características del nuevo mundo escritas por los colonizadoresespañoles o crónica de indias, constituyen el punto de partida de la literaturaen el país. La literatura indígena, propia de las culturas desarrolladas antesde la llegada de los conquistadores españoles, fue conservada por la tradiciónoral. Tras una ardua labor de investigación posterior se han logrado publicarinteresantes colecciones de cuentos y tradiciones, como las recopiladas porFray Cesáreo de Armellada en su libro Taurón Pantón, ilustrativo grupo derelatos de los indios pemones del sur de Venezuela. Las crónicas de indiashechas por los conquistadores son otro precedente de la literatura nacional. Laprimera crónica que inaugura este género dentro de nuestro continente es laTercera carta de relación a los Reyes Católicos, escrita por Cristóbal Colón,tras su tercer viaje, al tocar tierra firme en territorio venezolano. En estetexto, Colón hace referencia a la extraordinaria belleza natural de la región,así como también a las costumbres de sus habitantes. La descripción de unarealidad que les era ajena marcada por la visión medieval del mundo que teníanlos cronistas, derivó en textos con marcada propensión a la fantasía. En elsiglo XVII, aparecen publicadas las crónicas de José Oviedo y Baños (1671 –1738), su obra posee una gran madurez desde el punto de vista historiográfico yliterario. En 1723 publicó Historia de la conquista y población de la provinciade Venezuela, obra que a partir de entonces se ha tenido como fuentefundamental de la historia del país.
Literatura republicana
La literatura de inicios del siglo XIX no es muyabundante, pues los intelectuales y políticos estaban ocupados en las guerraslibertarias. Sin embargo, surge la oratoria como forma alternativa parapropagar las ideas independentistas y cuya belleza retórica y estilística haceque se le ubique dentro del espectro literario. En este período sobresaletambién la producción poética de Andrés Bello, primer poeta en proponer lacreación de una expresión lírica americana. Su poesía es considerada comoprecursora de la temática latinoamericana en la lírica continental, tal como sepuede observar en Alocución a la poesía (1823) y en Silva a la agricultura dela Zona Tórrida (1826). En vísperas de la independencia, llega la primeraimprenta a Caracas y con ella surgen importantes periódicos, entre los quedestaca El correo del Orinoco, a través de los cuales se difunden las ideaslibertarias. Sin embargo, antes de la aparición de los primeros periódicos,estas ideas eran principalmente difundidas a través de la oratoria, pues lasimprentas españolas difícilmente accederían a la publicación de ideas queatentaran en contra de su hegemonía.
Sin embargo, entre los avatares de larevolución fue que el germen de una identidad propia ensayó sus fueroshumanísticos. La copiosa correspondencia del Libertador, así como los documentosoficiales de sus atribuciones republicanas, dilucidan no sólo el mosaico colosalde su genio político, sino también la prolijidad de una pluma tan exquisitacomo intensa. De gran belleza estética y profunda preocupación filosófica es Midelirio sobre el Chimborazo; una especie singular que Simón Bolívar ledistingue de las contradicciones de su tiempo, y en la que por etéreaproporción discurre desde la clarividencia de un tribuno hasta la humildad deun profeta señalado para un mundo naciente y por lo mismo promisorio. Estambién en Simón Rodríguez, filósofo y pedagogo caraqueño, cuando genuinamentese ensayan formulas americanas muy bien meditadas para las insipientesrepúblicas; su obra, aunque dispersa en los avatares de su singular vida, compilano sólo su preocupación sociológica, sino también la urgencia de un códigointelectual. Primero por auspicio de su célebre pupilo (Simón Bolívar) alcanzaparcialmente a aplicar algunas de sus ideas, muchas de las cuales fuerondifundidas después y ampliadas en un castellano auténtico y a veces irónicocomo Voltaire. Además de sus peculiares publicaciones y de su correspondencia,es célebre su defensa que hace de la gesta bolivariana, construida con un rigorlógico.
LANARRATIVA VENEZOLANA – O LA CRÓNICA INVISIBLE DE UN PAÍS
La literatura venezolana nace con laRepública, y su padre fundador es don Andrés Bello. El maestro de Bolívar,radicado en Londres, escribe con fervor americano y señala el rumbo de lo queun siglo después podríamos llamar literatura nacional.
El sino y el signo de la historia y lapolítica predominan en nuestra literatura – como un karma o una culpa porredimir.
La narrativa tiene su primera eclosiónen la tercera década del siglo XX, con autores de primera línea: Rómulo Gallegos,Teresa de la Parra, José Antonio Ramos Sucre, Enrique Bernardo Núñez, JulioGarmendia, Arturo Uslar Pietri. Narradores que se ocupan de los avatares de unpaís en formación, poniendo un acento especial en la problemática social.
Sin duda fue Gallegos quien mejor supoexpresar la esencia de lo nacional. Doña Bárbara (1929), Cantaclaro (1934) yCanaima (1935) forman un fresco vigoroso que dibuja no sólo el exótico paisajesino también el alma de un país. La influencia de Gallegos se extenderá por décadas,proyectando una sombra enrarecida sobre una generación.
Guillermo Meneses rompe con latradición galleguiana. Su novela El Falso Cuaderno de Narciso Espejo (1952)incorpora a nuestra literatura un nuevo arte de narrar. Lo subjetivo, elinconsciente, la fragmentación del yo, la incertidumbre, el erotismo,constituyen valiosos aportes a una literatura que amenazaba estancarse en larepetición.
La segunda eclosión se produce en losaños sesenta, en la así llamada “década de la violencia”. El advenimiento de lademocracia y la irrupción de la guerrilla ofrecen a los narradores temasnovedosos y actuales. Salvador Garmendia, Adriano González León, Oswaldo Trejo,Carlos Noguera, José Balza y Luis Britto García son los “cronistas” másrepresentativos de aquella época turbulenta. País Portátil (1968) de GonzálezLeón es el testimonio más elocuente y eficaz de los tiempos de la guerrilla.
Mucha agua ha pasado bajo los puentesy mucho petróleo por los oleoductos hasta este comienzo de siglo. Y aúnaguardamos por la tercera eclosión. Apostamos entonces por la obra de losjóvenes: Antonio López Ortega, Silda Cordoliani, Wilfredo Machado, RicardoAzuaje, Juan Calzadilla Arreaza, Israel Centeno, Juan Carlos Méndez Guédez.Juana la Roja (1991), la nouvelle de Azuaje, tal vez sea la primera muestra deuna literatura que sin renunciar a la tradición aspira a la frescura y lavisibilidad.
REGIONALISMO
En la primera década del presentesiglo, mientras en Europa imperaban las corrientes de la literaturavanguardista, en Hispanoamérica, siguiendo la tendencia del realismo, surge untipo de novela que se va a denominar regionalista. La novela regional nace conun propósito de situar de relieve los problemas que aquejan a cada naciónlatinoamericana en particular, dando así origen a diferentes obras narrativasentre las que figura “Doña Bárbara” de Rómulo Gallegos. Doña Bárbara, suprimera obra de éxito y considerada en su momento como la mejor novelasudamericana cuenta el conflicto entre Doña Bárbara, que significa el aspectosalvaje de la naturaleza, y Santos Luzardo, que es la ley, el orden, el futuro,la modernidad.
En su diversidad estructural, AméricaLatina busca la identidad cultural. La literatura muestra esa búsqueda, queintenta encontrar en la misma tierra, escenario de la tensión entre lainfluencia europea y las culturas locales, las raíces primordiales. SegúnOctavio Paz, estamos condenados a la busca del origen, o lo que es tambiénigual, a imaginarla. La soberanía de la naturaleza, el mestizaje, resultante deuna sociedad híbrida, el primitivismo que se complace en la exaltación de lasformas elementales, la interpretación frecuente de la realidad a través desímbolos y mitos son características de la literatura hispanoamericana.
En el Romanticismo, la descripción delpaisaje forma parte de un proceso de reconocimiento en que el artista buscavolverse consiente de los límites patrios de la naturaleza que lo rodea. Lo quees devaneo para los europeos, es para los hispanoamericanos un acercamientomayor del suelo patrio, un deseo de ver objetivamente. Buena parte de las obrasde ese período enfoca el problema de la naturaleza a través de la lucha entrecivilización y barbarie. En el polo de la civilización estaría el orden, elliberalismo (según modelos europeos y norteamericanos); del lado de labarbarie, el caciquismo del señor rural o el estrangulamiento de la libertad.
Desde la literatura del siglo XIX ycon la novela de la tierra, el hombre se admira ante la naturaleza bravía ybusca introducir la civilización en ese medio físico. La naturaleza y sutransformación actúan como medio de identificación latinoamericana, denunciandolos males sociales e intentando remediarlos. Generalmente esos autores tienenuna visión romántica, aún, del choque entre esos elementos, lo que los lleva apoetizar la realidad y no sólo a reproducirla.
El regionalismo, en los paísesdesarrollados y en vías de desarrollo ha sido y sigue siendo una fuerzaliteraria estimulante, funcionando como descubrimiento, reconocimiento de larealidad e incorporación a la literatura. Indigenismo, criollismo,regionalismo, naturalismo urbano concurren a una tendencia común, ladocumental, que trata de ofrecer un inventario de la realidad americana.
El regionalismo acentuóparticularidades culturales que se habían forjado en áreas o sociedadesinternas contribuyendo para definir su perfil diferencial. Mostraba inclinaciónpor la conservación de los elementos del pasado que habían contribuido alproceso de singularización cultural y buscaba transmitirlos al futuro, como unaforma de preservar la conformación adquirida. El elemento tradición acabasiendo realzado por el regionalismo (con evidente olvido de las modificacionesque en su época había introducido en la herencia recibida), tanto en el campode los valores como en el de las expresiones literarias. Buscando resguardarlos mismos valores, en verdad los sitúa en otra perspectiva del conocimiento.El regionalismo incorpora nuevas articulaciones literarias que, a veces, va abuscar en el panorama universal, aunque frecuentemente en el urbanolatinoamericano más cercano. Posibilitó y condicionó la literatura actual.
La crisis del realismo, a fines delsiglo XIX, despierta en los escritores el deseo de superar un regionalismoinmediatista, a través de la organización de sistemas de símbolos sociales decontenido universal. Doña Bárbara añade a la tradición realista una altatensión política. La realidad tiende a convertirse en símbolo, uniendo elrealismo descriptivo al impresionismo artístico. La estructuración de lotelúrico en Doña Bárbara se procesa por la interpenetración de planosimpresionistas y expresionistas, a través de lo metafórico y de lomítico-alegórico. El tiempo mítico y el de la narración se interpenetran y elmensaje crea su propia realidad, transformando los referentes reales alrecrearlos en el texto. Los referentes externos a la obra son vaciados de susignificado. En este sentido, no denotan lo real sino lo significan. Hay, así,un efecto de real, una ilusión referencial.
ALEJOCARPENTIER
Novelista, ensayista y musicólogocubano, que influyó notablemente en el desarrollo de la literaturalatinoamericana, en particular a través de su estilo de escritura, queincorpora todas las dimensiones de la imaginación -sueños, mitos, magia yreligión- en su idea de la realidad. Nació en La Habana el 26 de diciembre de1904, hijo de un arquitecto francés y de una cubana de refinada educación.Estudió los primeros años en La Habana y a la edad de doce años, como lafamilia se trasladó a París durante unos años, asistió al liceo de Jeanson deSailly, y se inició en los estudios musicales con su madre, desarrollando unaintensa vocación musical. Ya de regreso a Cuba comenzó a estudiar arquitectura,pero no acabó la carrera. Empezó a trabajar como periodista y a participar enmovimientos políticos izquierdistas. Fue encarcelado y a su salida se exilió enFrancia. Volvió a Cuba donde trabajó en la radio y llevó a cabo importantesinvestigaciones sobre la música popular cubana. Viajó por México y Haití dondese interesó por las revueltas de los esclavos del siglo XVIII. Marchó a vivir aCaracas en 1945 y no volvió a Cuba hasta 1959, año en el que se produjo eltriunfo de la Revolución castrista. Desempeñó diversos cargos diplomáticos parael gobierno revolucionario, murió en 1980 en París, donde era embajador deCuba.
Carpentier recibió la influenciadirecta del surrealismo, y escribió para la revista Révolution surréaliste, porencargo expreso del poeta y crítico literario francés André Breton. Sin embargo,mantuvo una posición crítica respecto a la poca reflexiva aplicación de lasteorías del surrealismo e intentó incorporar a toda su obra la ‘maravilla’, unaforma de ver la realidad que, mantenía, era propia y exclusiva de América.Entre sus novelas cabe citar El reino de este mundo (1949), escrita tras unviaje a Haití, centrada en la revolución haitiana y el tirano del siglo XIXHenri Christophe, y Los pasos perdidos (1953), el diario ficticio de un músicocubano en el Amazonas, que trata de definir la relación real entre España yAmérica siguiendo la conquista española. Se considera que es su obra maestra,un intento de llevar a cabo su idea de construir una novela que llegue más alláde la narración, que no sólo exprese su época sino que la intérprete. Guerradel tiempo (1958) se centra en la violencia y en la naturaleza represiva delgobierno cubano durante la década de 1950. En 1962 publicó El siglo de lasluces, en la que narra la vida de tres personajes arrastrados por el vendavalde la Revolución Francesa. Más que una novela histórica, o una novela de ideases, en la interpretación de algunos críticos, una cabal novela filosófica.Concierto Barroco (1974) es una novela en la que expone sus visiones acerca dela mezcla de culturas en Hispanoamérica. Finalmente El recurso del método(1974) y La consagración de la primavera (1978), obras complementarias ydifíciles; la primera ha solido -considerarse como la historia de ladestrucción de un mundo-, la caída del mito del hombre de orden, mientras quela segunda representa la larga crónica del triunfo en Cuba de un nuevo mito,que Carpentier trata de explicar desde su imposible papel de espectador: elautor trata de explicar el inconciliable desajuste entre el tiempo del hombre yel tiempo de la historia.
A pesar de su corta producciónnarrativa, Carpentier está considerado como uno de los grandes escritores delsiglo XX. Él fue el primer escritor latinoamericano que afirmó queHispanoamérica era el barroco americano abriendo una vía literaria imaginativay fantástica pero basada en la realidad americana, su historia y mitos. Sulenguaje rico, colorista y majestuoso está influido por los escritoresespañoles del siglo de Oro y crea unos ambientes universales donde no leinteresan los personajes concretos, ni profundizar en la psicología individualde sus personajes, sino que crea arquetipos -el villano, la víctima, elliberador- de una época.

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